jueves, 20 de junio de 2013

Killing Joke, "Pandemonium"


Ante el poco o nulo interés en descubrir bandas de Rock nuevas (prácticamente porque la grandísima mayoría me suenan igual), me aventé un clavado a mis archivos, donde, afortunadamente, me encontré con esta joya de 1994. Y vaya que me recordó buenas épocas, pues salió a la venta en tiempos tortuosos pero bastante chidos también: yo iba en la secundaria, con eso digo todo.

Pandemonium fue el regreso de los ingleses Killing Joke a las grandes ligas de la música. Si hay algo que siempre me ha gustado del industrial, el crust  punk e incluso el crossover en su fusión con el metal más primordial son los riffs. Muchos de los riffs más poderosos, ponchados y bien amarrados que conozco son de bandas como Killing Joke, Ministry, White Zombie, Fear Factory y más para acá, de Amebix con ese último Sonic Mass de 2011.

Sin embargo, este disco también tiene elementos trance y electrónicos bien característicos de su trabajo en los 80. Y es ahí en donde radica su fuerza, pues al no ser una banda de metal meramente declarada, fueron capaces durante mucho tiempo de mezclar efectivamente ambos subgéneros con otros tantos de la música electrónica para crear paisajes sonoros hipnóticos, en ciertas veces tranquilos y llevaderos, en otras, poderosos, estruendosos y amplios característicos del Rock.


A mí me relaja escuchar este tipo de discos porque me dan un respiro ante toda la vorágine de growls atascados, velocidad hipersónica en baterías, triggers por donde quiera y megaproducciones digitales que roban el sentido análogo al sonido que una banda de Rock originalmente debe tener… “garaje” le llaman algunos.

Y aquí me puedo echar a los puristas al cuello, quienes podrían alegar que Pandemonium es, en sí, uno de los discos que hasta entonces KJ había producido sobremanera. Pero seamos realistas: a casi 20 años de su lanzamiento, el disco suena fresco, bien producido (no megaproducido) y conserva el matiz grueso y crocante de una buena guitarra eléctrica tocada con precisión y pesadez, como dictan los cánones del riff metalio.

Hay varias canciones que podría destacar aquí. KJ no es un grupo que cuente con una hueste de seguidores muy amplia, pero los que le saben, podrían concordar conmigo que hay temas como el homónimo Pandemonium, Millenium, Pleasures of the Flesh, Labyrinth, la casi-hermosa Jana, la hipnótica y poderosa Whiteout y por supuesto, Mathematics of Chaos (casi todo el disco por no decir que todo el material).

Ojo, no es un disco de metal meramente clasificado, pero tampoco es un disco de música electrónica al ciento por ciento. Es algo muy chingón, eso sí.

Si al igual que yo estás un poco hastalaputamadre de escuchar lo mismo y lo mismo en casi todo El Rock pesado que se hace actualmente, dale chance a este disco. Te aseguró que te dará el aire que necesitas para emprender de nuevo tu búsqueda e incluso, te puede ayudar a llevar esa indagación hacia los terrenos del pasado, porque en años anteriores se editaron joyas que necesitan ser redescubiertas y valoradas actualmente en justa medida. Van.

CBVM

@elbarametal

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