jueves, 12 de septiembre de 2013

Obsidian Kingdom- Mantiis: An Agony in Fourteen Bites

Mantiis: An Agony in Fourteen Bites.

Por: Alejandro Lino.

Empecemos con un poco de historia para los no entendidos: Obsidian Kingdom (en adelante O.K.) es una banda española de (ahora) metal progresivo, con influencias de Death metal, formada en Barcelona, España en el año 2005.

Mantiis, es el primer Full Length de O.K., aunque en su carrera tienen 2 EP’s anteriores a este: ‘Matter’ del 2007 y ‘3-11’ de 2010, en los cuales se aprecia más como una banda de Death Metal.

El disco (como su nombre lo indica) contiene 14 canciones las que te llevan por una montaña rusa mientras se escucha, pues no es un disco “monótono” en cierto punto, tiene partes tranquilas y partes muy intensas, guitarras acústicas y eléctricas que se fusionan en canciones como “Oncoming Dark”, acompañadas en todas las canciones por baterías no comunes, además de un teclado que en ciertos momentos puede sonar “molesto”, pero que forma parte importante dentro de la banda, y se puede apreciar mejor en canciones como “through the glass”.



El disco cuenta además con voces tanto limpias como growls, con lo cual hago referencia a que el disco no es un disco plano, pues tiene muchos contrastes en todos los instrumentos. En “Awake Until Dawn”, que es el noveno track del disco, “Fiar”, vocalista de la banda española de Death Metal “Foscor” hace un guest sesión en las voces.

Como en “Oncoming Dark” se muestra un O.K. más tranquilo, mientras que en “Cinnamon Balls” se encuentran esas influencias Death Metal, sin dejar de lado el teclado, que hace pensar al escucha que también tienen influencias del Industrial Metal.
Quería hablar un poco de la portada, así que me di a la tarea de buscar un poco, y encontré que el artista de la misma (que en lo personal, fue lo que me llamó la atención al ver el disco) es Ritxi Ostáriz, que también ha trabajado como artista para Ihsahn.

En conclusión, es un álbum difícil de explicar, es algo que se tiene que escuchar y sacar su propio juicio, yo solo trato de que, si no conocen a la banda, acercarlos a ella.


Temas Básicos en el disco: Los mencionados en la reseña, Ball-Room.
Y como dice Jim Morrison (A quien retoman en ‘And Then It Was’): When the music’s over, turn off the lights.



Dudas, reclamaciones y comentarios, dejenlos en @kerrangcooper

martes, 10 de septiembre de 2013

Neil Gaiman: The Ocean at the End of the Lane

THE DAY AFTER
El escritor de esta reseña nació en 1974. Primogénito de una típica familia de clase media – alta mexicana, que recibió una tradicional educación católica con todas sus consecuencias morales.
Me enseñaron que había un cielo y un infierno, al que uno se iba al momento de morir dependiendo de sus méritos en vida, y de alguna manera, crecí temiendo ese castigo, por lo que trataba de portarme todo lo bien que podía para no ganármelo.

Chicos más grandes que yo me asustaban con la leyenda del Pitufo Negro de dos metros,  en cuyas entrañas encontraron un niño que había devorado; o la historia de que las tías Amparito y Pachita tenían un cuarto oscuro, donde realizaban extraños experimentos con líquidos para revelar fotografías.
Sin embargo, dadas las condiciones familiares de mi infancia, la realidad es que no tenía demasiado miedo a nada que no fueran unos regaños por portarme mal en la escuela, o por pelear con mi hermano,  todo ese tema del infierno y el Pitufo Satánico no sonaba nada real en ese contexto.
Eso cambió en algún momento de mediados de los 80’s cuando conseguí de manera clandestina una copia en formato Beta de la película The Day After, filme que narra lo que sería un holocausto nuclear y sus consecuencias, desde el punto de vista de una pequeña comunidad granjera del estado de Kansas.
Eso es un filme de terror y no pedazos.

Ese dia, el coco, la llorona, las tias-brujas y los duendes malditos, fueron sustituidos brutalmente en su jerarquía de cosas aterrorizantes, por un miedo real, muy probable para la época y perfectamente tangible, al menos en la pantalla del televisor.
Hasta la fecha, la escena del ataque se me aparece en pesadillas, de las cuales despierto con taquicardia y sudor frio.

UN ESTANQUE ES UN OCÉANO
Neil Gaiman, originario del Reino Unido de la Gran Bretaña, es un renombrado autor de historias de ficción, su pluma ha dado vida a novelas extraordinarias, como Neverwhere y American Gods; es adorado por la comunidad geek por los comics The Sandman, Batman: Whatever Happened to the Caped Crusader? y muchos otros títulos.

Para imaginar el estilo que usa Gaiman, podría referirme a películas de Tim Burton como Beetlejuice y Big Fish, en donde claramente se trata de una historia fantástica, pero toda la narrativa hace creer que la historia es posible.
En The Ocean at the end of the Lane, Neil Gaiman retoma la tradición de las viejas historias de terror, reimaginada en un contexto un tanto más actual. Esas que se le contaba a los niños como disuasivo de mal comportamiento, y que a través de los años han sido filtradas y suavizadas hasta convertirse en simples parábolas que apenas tienen alguna enseñanza, como la Caperucita Roja de los hermanos Grimm.

The Ocean… nos hace recordar aquella época en la que creíamos que el edificio de la escuela primaria era gigantesco; cuando un ojo de agua perdido en el campo parecía una enorme alberca,  la resbaladilla del parque, un desfiladero sin fondo y las viejitas, brujas que comían niños por darle balonazos a sus rosales.

Pero también nos recuerda el sabor del pan tostado: Blanco y cortado en finas rebanadas salidas de su empaque plástico, o el de la pila de Hot Cakes con mantequilla y miel de maple, que aparecían mágicamente en la mesa de los primos los sábados por la mañana;  y la sensación del tacto de la mano sudada de la niña más bonita de la cuadra.
Nos recuerda que todos esos instantes que parecen insignificantes en la edad adulta, en realidad eran las cosas que nos daban valor cuando éramos niños y a la vez son las emociones que desesperadamente buscamos reencontrar años más tarde, cuando necesitamos una caricia y un abrazo en momentos difíciles.

Probablemente somos la última generación a la que asustaron con cuentos para portarnos bien, la tecnología es tan poderosa hoy, que difícilmente puedo creer que nuestros niños se impresionen con  aquellas historias y creo que poco a poco quedarán en las páginas amarillentas de los cuentos ilustrados que sólo darán miedo  cuando un día los saquemos del librero y se resquebrajen de tanto estar guardados.


Desafortunadamente, por el momento The Ocean at the end of the Lane únicamente está disponible en librerías de  Estados Unidos, pero se puede conseguir con relativa facilidad a través de Amazon.com y seguramente muy pronto a través de la nueva tienda de libros electrónicos: Amazon.com.mx

jueves, 5 de septiembre de 2013

Coliseum- Sister Faith

Coliseum – Sister Faith

Coliseum  es una banda conocida dentro del mundo Punk, teniendo trabajos como ‘Goddamage’, ‘No Salvation’, ‘Parasites’ entre otros, la agrupación entrega este año (2013) lo que puede ser uno de sus mejores trabajos a la fecha, muy bien logrado y manteniendo la esencia original del trío, así como agregando momentos pasivos entre la agresividad con la que se llegó a destacar en las producciones mencionadas.
‘Sister Faith’ es el material presente que comienza con el ritmo y melodía que hacen su distinción del resto de las bandas del género. El álbum avanza gradualmente, envolviendo al escucha en su sonido, como una montaña rusa de velocidad, llegando a los riffs más pesados en los momentos “calmados” del álbum. Terminada la pequeña introducción de sus raíces, el disco se transforma en un compendio de canciones puramente rockeras, manteniendo la velocidad y la pausa, cada uno de los temas tienen su manera de darse a notar, otros más marcados en los tiempos, otros con riffs más pegajosos.



La pieza que cierra el ciclo, ‘Fuzzbang’, da una ligera sensación de “felicidad” que puede poner de buen humor u optimista a quien tenga la oportunidad de escucharla,  con el uso del fuzz (lo que da el título a la canción) y la distorsión apropiada, además del riff central que otorga la “alegría” debida para terminar un álbum que podría considerarse oscuro y nostálgico en su mayoría.
Un disco bastante accesible y digno de darle la oportunidad de revisarlo, no esperen una pieza revolucionaria dentro del género, pero tal vez lo sea dentro del catálogo de la banda, Rock puro y agradable para todos aquellos que gusten una propuesta diferente a la habitual y para quienes quieran probar a esta banda que poco a poco ha estado saliendo a la luz, manteniendo su estilo y acoplándolo a terrenos más amplios.

Temas destacados (en mi opinión):
"Doing Time"
"Love Under Will"
"Save Everything"
"Bad Will"
"Fuzzbang"

Sáquense.


Síguenos en Twitter y Facebook: @cadaquienopina y Cada Quien Su Opinión.



martes, 3 de septiembre de 2013

Leonel García- Todas Mías

Todas mías.
Ok, tienes el pelo largo, eres bien trve. Usas tus botas tribales, está bien. Eres un norteño sombrerudo que monta a caballo, seguimos bien. O tal vez te sabes todas las de Devendra, bueno.
Pues éstas, te las sabes porque te las sabes. Por muy pocas bodas a las que hayas ido, o muy poca radio que escuches, o muy poca televisión que veas, te repito, éstas te las sabes.
 "Todas mías" de Leonel García, es un disco donde el ex-integrante de Sin Bandera se rinde un "auto-tributo", versionando canciones que él mismo compuso para otros intérpretes. A pesar de ser canciones de amplio dominio público, la producción del disco se ha esmerado en saberle dar un toque diferente a cada una de las piezas, consistiendo el secreto (mayormente) en saber elegir bastante acertadamente a las mujeres que acompañan a García a lo largo de este viaje bodero, telenovelero, cursi y por demás radial: Todas mías, todas son sus canciones, todas son sus mujeres, y ahí vamos.
"Te voy a perder" el tema con el que abre la producción, es un tema que llegó a la fama en voz e interpretación de Alejandro Fernández, al que todos conocemos por temas como "Como quien pierde una estrella" o la exitosa
"Yo también tengo un amigo que vio a Alejandro Fernández en el hospital porque traía una botella atorada". En esta ocasión, Leonel García y las hermanas Hanna y Ashley, integrantes del grupo Ha*Ash, entregan una versión bastante aceptable de la canción,  logrando una entrada al disco bastante aceptable, que incluso por momentos incluye la interpretación a tres voces de los susodichos. Si eres adolescente o acabas de iniciar la prepa o bachillerato, este tema es para ti. Como agregado, quiero dejar clara mi afición por el dueto de hermanas de Louisiana. En fin.


El siguiente paso del disco, es el momento más difícil del disco: Carla Morrison. Así es, mis estimados amigos roqueros, mis metaleros, mis indies amigos, la misma Carlita Morrison que no soportamos (no soporto), llega al rescate de un tema sumamente exitoso del desaparecido dueto "Sin Bandera", que lleva por título "Que lloro". El track inicia con la voz de la Morrison, a la que le bastaron apenas 16 segundos del tema para callar mi preconcebida opinión y poder apreciar el trabajo que realiza en este dueto con García. Una excelente combinación de dos tesituras: La de García, bastante familiar y manteniéndose siempre en la zona segura, y la de Morrison, que decide aventurarse a unas incómodas, pero sumamente interesantes armonías. La producción del tema se esmeró bastante en hacer un paseo bastante suave, un track muy suave, con muy pocos arreglos sobresalientes que permite que la voz de los cantantes se aprecie; pero, sobre todo, que crea una atmósfera ideal para que Morrison se de vuelo haciendo lo que sabe hacer, y esta vez, creo que lo hace mejor que en su trabajo solista.
En "Te besé", García se apoya, acertadamente, en la voz de María José para esta rendición del tema que hicieran famoso los chicos guapos de Ragazzi. Una base donde Leonel García se comienza a liberar en lo que a capacidades vocales refiere, como calentando para los temas que esperan más adelante en la producción. Un buen momento del disco, sin duda.

 "Cállate", es un tema amoroso, como todos los del disco, que aborda el rompimiento de una pareja.  García y Paty Cantú logran resaltar el sentido "reclamoso" de la canción y la presentan como una balada suave que sube de intensidad hasta dejarnos claro que son una pareja que se está dejando, trabajo que saben transmitir con sus voces.  Aunque no es un momento memorable del disco, vale la pena la escucha.
¿Quieres triunfar en un dueto, algo mediático y probado que va a atraer el gusto de hombres, mujeres y quimeras? Pues fácil, vuelves a tomar un éxito de Alejandro Fernández, le hablas a la Thalía y le echas una buena cantada con la señora Mottola y ya está. Este tema, además de tener la voz de la mencionada, no agrega ningún valor nuevo, más que el versionamiento de la música, que es bastante aproximado al original. Una versión que pudo haber no estado, o haberse hecho sin Thalía, hubiera sido mejor.

El disco sale de su bache con "Confieso", un tema que fue éxito en las terribles voces de OV7 (Sí, esa banda de la que tampoco nos sabemos ninguna canción), pero ahora quien lo rescata es nada menos que Natalia Lafourcade, haciendo un excelente trabajo al lado de Leonel García, dos voces que armonizan bastante bien con un tema cadencioso bastante logrado tanto musical como en lo que a las voces respecta.
Ahora le toca a Pepe Aguilar quitarse, soltar el micrófono y darle paso a Ana Torroja, para que en compañía del otrora León Polar logren retomar este tema que el ranchero mencionado hubiera hecho medianamente popular. De nuevo Torroja, como en todas sus contribuciones y duetos, hace un trabajo basado en que la chavorruquiza recuerde sus viejas glorias; sin embargo, el tema es bueno y logra salir bien librado.
Rosana y su enriquecedora tesitura tienen a cargo el maquillaje de "Te vi venir", tema que alcanzara los primeros lugares de popularidad con Sin Bandear. Una balada acústica muy basada sobre la voz de Leonel, tiene muy buenos momentos en el talento de la española, un tema que no podía faltar en un auto-homenaje del señor García.

¿Y si le metemos una cumbia a todo esto? Oye, ¿por qué no le llamas a la Downs y le metemos sabor a esto? Bien, ya tenemos el género, a la cantante que va a deleitar y al cantante, ahora solamente nos falta el tema: "Sirena".
Una variación al conocido tema de los Sin Bandera, pero ahora disfrazado de cumbia, disfrazado de Oaxaca y de voces de acordeón. Muy trabajado para el estilo de Downs, es sin duda uno de los mejores viajes que proporciona este disco.
O este señor nada más escribe para Alejandro Fernández o algo se traen, porque "Cuando digo tu nombre" es un tema que también alcanzó fama en la voz del cantante de pop-ranchero.  En esta ocasión, acompañado de Malú,

Leonel García de nuevo hace un trabajo muy cerca de su zona segura y deja que Malú haga su trabajo libre. Un buen tema, pero para estos momentos el disco ya se ha vuelto un tanto cansado, repetitivo, y monótono. Buen tema en mal momento.
 "Tócame" y "Una vida" cierran el disco con una variación: Ahora Leonel García se presenta en solitario, la primera, una balada acústica y, la segunda, una suave balada en piano, que viene a cerrar de la mejor manera posible este extraño experimento, recordando el más puro estilo del dueto que lo catapultó a la fama y al corazón de las féminas.
De los arreglos, mejor no hablar, de primer nivel. Por supuesto, siempre apoyándose en los mejores músicos de reparto es fácil obtener este tipo de resultados. El disco tiene dos o tres buenos momentos en cuanto a arreglos que vale mucho la pena escuchar.
Te dije que te las ibas a saber, y si no, ya estás listo para cualquier boda a la que te inviten.

¿Reclamaciones? @MaeseBourbon

miércoles, 28 de agosto de 2013

Metallica: Live Shit: Binge & Purge



Metallica – Live Shit: Binge & Purge – recorded at the Seattle Coliseum, WA, August 29 and 30, 1989.

Desde hace tiempo –años ya para ser franco- he leído en varios foros, Twitter, Facebook, blogs y demás, sobre el poco o nulo reconocimiento que muchas personas brindan a una de las bandas más importantes en la historia del rock pesado: Metallica.

Esto puede ser por varias razones, aunque supongo que existen más. Las que me vienen a la mente: o son personas que resultaron afectadas con el lío que armó Lars Ulrich contra Napster hace más de diez años, o debido a que se “vendieron” con el Black Album y después sacaron esas “porquerías” llamadas Load y Reload, o por el “desacierto” de grabar St. Anger (uno de los discos más atacados, creo, en la línea de tiempo actual de la música contemporánea).

Es más, ahí les van otras: Lulu, el disco inédito con Lou Reed; S&M, con su acercamiento sinfónico a temas clásicos como "Master of Puppets", "The Call of Ktulu" y demás y que no es mal disco; o la salida de Jason de la banda y no tanto eso, sino el haber documentado el proceso en Some Kind of Monster, que a decir de muchos, es un documental falso, rosita y chafón.

Ok, ok, les doy algo de crédito por eso, pero la trayectoria del grupo no puede ser menospreciada. Su impacto en las generaciones de metaleros, tampoco. Su alta capacidad para generar algunos de los riffs más pesados y conocidos del rock, sus letras –algunas- incisivas, personales y oscuras, su instrumentación… Metallica es más que lo negativo, es una banda icónica, una banda grande y grande habrá de desvanecerse con el tiempo.

Y si aún queda duda de la grandeza de este grupo, está como fiel testigo de sus mejores épocas ésta grabación, incluida en la caja Live Shit: Binge & Purge de 1993, que dio al mundo una prueba de Metallica en su apogeo y de paso, posicionó a México en la mente y los inversionistas del rock y conciertos como uno de los países donde la banda se pone más loca en cuanto a toquines de rock se refiere y por ende, es un país redituable para ese negocio... al menos creo que lo era, no sé bien ahora.
El concierto de Seattle, de finales de agosto de 1989 y perteneciente a la gira Damaged Justice ’89, es todo menos suave, chafa o agachón… es Metallica en su máxima expresión. Las vocales de James Hetfield son la mezcla perfecta entre el grito desgarrador y atronador de su garganta con algunos juegos más melódicos y agudos que definen a este cuate como un gran frontman.



Jason tenía relativamente poco en la banda y aquí suena fuerte y preciso, su bajeo es gordo y soporta en vivo al acto sin miramientos; Hammett mantenía entonces una velocidad tanto en el tapping como en el manejo del Wha! de tamaños, además de que todos, al ritmo frenético de Lars Ulrich en la batería, componían uno de los actos más impresionantes que nos tocó ver a algunos por aquellas épocas (me refiero a verlos en México cuatro años después, con toda esa fiereza y coraje).
Ni hablo de canciones porque este concierto es una compilación de “éxitos” provenientes de sus cuatro primeros discos de larga duración, así como de EP’s y sencillos, pero podría destacar algunos temas como la abridora "Blackened", "Welcome Home (Sanitarium)", "The Four Horsemen", "…And Justice For All", "One", "Battery", "Breadfan" y, por supuesto, "Whiplash", en la que puedo considerar, es la versión más puerca, rápida y poderosa de esta grandiosa canción.
Pero la que se lleva las palmas es el jam que Jason Newsted hace al final de su solo de bajo soleando con los acordes de "To Live Is To Die" y la forma como entran de lleno a su más grande tema: "Master of Puppets".
La forma en que se va construyendo ese jam, con el bajo y las guitarras hacia el final y la forma de entrar de la batería fijan un punto altísimo en lo que Metallica ha grabado en vivo. No exagero, es para enchinar la piel.
Con esto no pretendo que me llamen fanático de la banda (que en realidad sí lo soy), sino que aquellos que no le hayan dado chance real a ver el trabajo más antiguo del grupo, puedan asomarse a escuchar a la que es todavía, una de las más grandes alineaciones del Rock de todos los tiempos. No, no exagero, Metallica es grande, muy grande y eso todos lo saben, les arda o no. 

Van.

CBVM

lunes, 26 de agosto de 2013

World War Z, la guerra salvajemente grupera.


Primero que nada, que quede bien claro. Esta opinión va sobre el el libro. La película no la he visto siquiera, aunque sí tengo planeado hacerlo. 

Comencemos con la premisa de que tengo varios amigos y conocidos que piensan que estaría bien divertido vivir un holocausto zombie. 
Desde antes de leer el libro pensaba "No, pues como pa qué andar cuidándonos la espalda de unos cadáveres ambulantes que se alimentan de nuestros cuerpecitos pecadores."

Después de leer el libro, mi opinión ya es definitiva: no lo pensaría ni una sola vez y mi respuesta sería: "NO MAMEN, NO ESTARÍA DIVERTIDO, ESTARÍA DE LA CHINGADA".


Huy sí, qué padre estaría. Dijo nadie, nunca. No mamen que enamoran. 

¿Qué harías contra un enemigo que no teme, que no duerme, que no se cansa, que ya está muerto? 

¿Qué harías para salvar tu pellejo?  ¿El de tu familia? ¿A qué tipo de armas recurrirías si en tus manos estuviera el uso de cualquiera de ellas? 

Imagina ciudades con millones de zombies en lugar de habitantes, ¿qué pasaría por tu mente? 

De eso trata WWZ. De entrada, sin conocer la película, puedo entender por qué dicen que ésta no se parece al libro. En éste se concentran una buena cantidad de entrevistas y vivencias de diferentes personas alrededor del mundo, desde el inicio del desmadre hasta que el mundo regresa a una relativa calma. 

¿Cómo reaccionarían los gobiernos? ¿Cómo ocultarían los desmanes de los primeros zombies y cuánto tiempo tardarían en encargarse realmente del asunto? ¿Podrías predecir la reacción de una nación como Rusia? 

Entretenidas y entrañables, algunas de estas entrevistas y testimonios son inolvidables, como la del otaku japonés y su forma de actuar ante el inminente peligro que tocaba a su puerta (hablamos de un hikikomori, uno de esos güeyes que nunca sale de su habitación). También difícil de olvidar aquella en la que una mujer es guiada a su salvación por otra comunicándose por un radio y que, según un amigo y yo hemos platicado, podría ser la única parte "sobrenatural" del libro (claro, suponiendo que el hecho de que los muertos anduvieran caminando sobre la Tierra fuera cosa de todos los días).
De lo mejor: el testimonio del chino que anda en submarino, ya casi al final del libro. 

Claro está, también hay puntos y países básicos en el desarrollo de toda la trama, como China, Estados Unidos y, por supuesto, Israel. ¿Por qué? Cómprenlo y léanlo. 

Lectura entretenida que te atrapa y no te suelta. Sería bueno conocer la opinión de todos aquellos que, como mencioné, dicen que estaría divertido vivir un holocausto zombie, después de leer con atención lo que podría suceder.  


Ojo con el final de Cuba y el "nuevo" nombre de México. 

Así las cosas.

Síguenos en:
Twitter: @cadaquienopina

miércoles, 21 de agosto de 2013

High Fidelity, de Nick Hornby



Lectura y música en un mismo lugar.

Este libro lo recomiendo por lo siguiente:

Si eres amante de la música lee este libro y después échate la película, te reirás un buen rato con John Cusack, ¿qué encontrarás?

Tal vez una similitud en tu vida; los que tenemos más de 30 años grabábamos en cassettes nuestras rolas favoritas y no nos chutábamos un disco entero o un cassette. ¿Qué hacíamos? Una pequeña lista en una hojita y empezar a grabar procurando llevar una secuencia de música y no grabar a lo güey una canción muy alta y después otra que te bajoneaba.

Y en la actualidad usamos Spotify o Grooveshark en la compu o cargamos música al iPod: antes era todo un ARTE hacer esto, no existía margen de error. Era a la primera a menos que quisieras utilizar otro cassette. 

¿Qué plantea este libro?
Imagínate hacer una lista de un top 5 de tu vida:  las 5 rolas para enamorar, para terminar con alguien, para hacer el amor, para empezar a trabajar; es una buena idea y en este libro te lo plantea así el autor.

¿Por qué leerlo?
Porque tal vez te sientas identificado en ciertas rolas, porque tal vez recuerdes cuando empezaste a vivir y a enamorarte, tal vez leyendo el libro recuerdes una canción muy entrañable, porque tal vez, sólo tal vez, te enamores de la música.

Nota.- En la película al final suena Let’s get it on de Marvin Gaye cantada por Jack Black que hace que se te deshoje el tamal.