Symphonic Theater of Dreams: A symphonic tribute to Dream Theater (Conducted and arranged by Michal Mierzejewski)
A modo de introducción: ya han pasado varios meses (17 para ser exactos) que dejé de escribir reseñas y textos relacionados con música, debido a diversas razones personales y de trabajo que no vale la pena enumerar aquí. Por ello, y con un ánimo nuevo y que espero vaya creciendo, agradezco la oportunidad de regresar a estos lares. Vamos pues.
Symphonic Theater of Dreams es un disco especial. Pocas veces el anuncio de la salida de un material mantiene captada mi atención por mucho tiempo, esto, a menos que sea de una banda que en especial me guste o sienta una afición real y genuina por su trabajo. Vamos, en general los discos de los grupos de rock y heavy metal que salen de unos años para acá, en realidad me tienen sin cuidado. Digamos que me entero de la salida, los escucho y entonces decido si me gusta o no. Pero con este disco la cosa fue diferente.
Desde noviembre de 2011 en YouTube empezó a circular un video donde se había realizado un tributo sinfónico a "Sacrificed Sons", una de las mejores canciones épicas de Dream Theater (que viene en el Octavarium). La atención de todos los que gustan de la banda cayó en el video cuando Mike Portnoy (entonces baterista de DT) subió el video a sus redes sociales y comentó sobre lo bueno que era el arreglo.
Fue entonces que Michal Mierzejewski, compositor, arreglista y director polaco –bastante joven por cierto- se dio a la tarea de concretar un disco profesional tributando a uno de los grupos más apreciados y odiados del rock y el metal: Dream Theater.
Después de casi tres años de espera, en marzo pasado salió a la luz Symphonic Theater of Dreams y después de escucharlo varias veces, puedo decir que es un material que ha valido mucho la pena por la espera que implicó, las especulaciones sobre su salida y el resultado final.
La selección de temas tributados aquí son canciones con un alto grado de arreglo sinfónico per se desde su concepción y ejecución con el quinteto neoyorquino. Ejemplos claros son "Sacrificed Sons", "Losing Time" y "The Ministry of Lost Souls". Si te gusta Dream Theater, vas a amar este disco. Si no te gusta, te va a gustar porque los arreglos, la orquestación, la ejecución y el resultado audible que proyecta la orquesta sinfónica Sinfonietta Consonus –dirigida bajo la batuta de Mierzejewski y Ariel Ludwiczak es simplemente magistral… y no, no exagero.
Como casi siempre, hay una canción en particular que gusta más que el resto del disco. En este caso es "Hell’s Kitchen" (aquel tema incluido en el subvalorado Falling Into Infinity de 1997). Si recuerdan, la versión original de "Hell’s Kitchen" contiene unos arreglos en destiempo bastante abiertos, amplios, bien ejecutados, precisos y a la vez, coordinados de forma excepcional para crecer dentro del entramado sónico de la canción, la cual llega a un estado de clímax que, con la correcta atención, hace que los vellos del cuerpo se ericen.
En esta versión el resultado es, tal vez, más grande, más emocional y más intenso. Los arreglos de cuerdas, de alientos y de percusiones son intensos, emocionales, viscerales y hermosos. Como debe ser la música de cámara, considerada por muchos –me incluyo- como la más hermosa del planeta.
Denle chance. Es un buen material. Además puedes relajar tus oídos, tu mente y darle descanso al Rock –irónicamente- con más Rock, pero ejecutado con diferentes instrumentos.
CBVM
@elbarametal
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